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Cómo prevenir las intoxicaciones alimentarias en verano

Cómo prevenir las intoxicaciones alimentarias en verano

Las intoxicaciones provocadas por alimentos son especialmente frecuentes en el caso de los viajeros internacionales. De ahí que se haya popularizado el término «diarrea del viajero». Los estudios epidemiológicos señalan que entre el 35 y el 50% de los viajeros se ven afectados por una diarrea durante su viaje, dependiendo, eso sí, del destino.

Para todas estas personas que viajan a determinados países, han de tener en cuenta que deben beber siempre agua envasada y precintada, así como no consumir cubitos de hielo ni bebidas que no hayan sido abiertas en su presencia. También hay que tener presente que a la hora de lavarse los dientes conviene utilizar también siempre agua potable o potabilizada.

En lo que respecta a los alimentos, hay que procurar que la comida esté cocinada y no consumir alimentos de venta ambulante, crudos o semicrudos. Es recomendable rechazar la fruta pelada y pelarla antes de comerla y evitar la leche y sus derivados, helados y quesos que no estén envasados.

 Si a pesar de todos estos cuidados se produce una intoxicacion alimentaria, debemos de tener en cuenta las siguientes recomendaciones:

– Si la diarrea se acompaña de fiebre alta, sangre, moco o pus, conviene consulte rápidamente con un médico para tomar las medidas necesarias e iniciar el tratamiento adecuado. 
 – Beber entre dos y tres litros de agua potable al día para mantenernos hidratados.
 – Evitar las bebidas o productos excesivamente azucarados, ya que pueden aumentar las deposiciones.
 – Si además de diarrea aparece fiebre alta, sangre, moco o pus, consultar con un médico.
 – Si en el transcruso del mes siguiente al viaje se produce fiebre o se presenta alguna enfermedad, es muy importante informar al médico de nuestro viaje, especialmente si éste se ha realizado en una zona tropical.

 En lo que respecta a las intoxicaciones alimentarias que puedan presentarse en nuestro entorno, normalmente asociadas a una inadecuada manipulación de los alimentos unida a las elevadas temperaturas, la Agencia Española de Consumo Seguridad Alimentaria y Nutrición recomienda:

 – Consumir alimentos que hayan sido tratados o manipulados higiénicamente. 

– Cocinar correctamente los alimentos (Los alimentos pueden estar contaminados por microorganismos. Si los alimentos se cocinan bien, estos microorganismos pueden ser destruidos por el calor. La temperatura a la que debe someterse el alimento debe ser suficiente para que alcance un mínimo de 70º C en el centro del producto).

– Consumir los alimentos inmediatamente después de ser cocinados.

– Un alimento cocinado, es un alimento higienizado. Los alimentos que no puedan ser consumidos inmediatamente o las sobras que se quieran guardar, deben mantenerse bajo la acción del calor, por encima de 60º C, o del frío, a 7º C como máximo. Si va a consumir pescado crudo o poco cocinado (preparaciones culinarias como los boquerones en vinagre) en casa, hágalo después de haberlo mantenido congelado durante varios días.

– Calentar suficientemente los alimentos cocinados y evitar el contacto entre los alimentos crudos y los cocinados.

– Asegurar una correcta higiene de la persona que va a manipular los alimentos y una limpieza adecuada en todas las superficies de la cocina.

– Mantener los alimentos fuera del alcance de insectos, roedores y animales de compañía.

– Utilizar exclusivamente agua potable no sólo para beber sino también para cocinar y preparar los alimentos.

– No consumir alimentos perecederos que estén expuesto a temperatura ambiente.

– Lavar adecuadamente frutas y hortalizas que vaya a consumir crudas.

 

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