Los problemas de circulación se multiplican en verano, especialmente entre las personas con problemas previos. El más común es el «síndrome de las piernas cansadas», que afecta sobre todo a mujeres y que se caracteriza por una sensación de pesadez en las piernas, acompañada de hinchazón, dolor, picor, calambres y adormecimiento, entre otros síntomas. Este trastorno, además de con el calor, se ve acentuado en etapas de la vida de la mujer, como el embarazo y la menopausia.
Para combatir estos síntomas se recomienda:
- Dormir con las piernas ligeramente elevadas
- Practicar ejercicio con regularidad, evitando la vida sedentaria y procurando caminar al menos media hora al día.
- Aplicarse duchas frías, empezando por los pies y subiendo poco a poco hacia arriba. Evitar los baños calientes.
- No utilices ropa ajsutada y evita tanto los zapatos planos como los que tengan demasiado tacón.
- Procura no cruzar las piernas cuando estés sentada y utiliza medias de compresión siempre que puedas.
También se recomienda incrementar la ingesta de determinados alimentos que pueden ayudarte a mejorar tu circulación, como los ricos en ácidos grasos poliinsaturados (aceites vegetales de semillas de girasol. soja y maiz, frutos secos, pescados azules…) los ricos en potasio (cereales integrales, hortalizas y legumbres) y antioxidantes (frutos rojos, zanahorias, tomates…). Evita por el contrario el té, el café y el alcohol y las grasas saturadas.
Los aceites esenciales también pueden ayudarte a sentirte mejor, paliando los síntomas de las «piernas cansadas». Se recomiendan los que contienen menta y siempreviva y hay que aplicarlos desde los tobillos hacia la parte superior de las piernas.