Según los datos aportados por el Centro Nacional de Epidemiología, en 2014 se produjeron 700 fallecimientos a causa del VIH (el 1,8% del total de las muertes registradas). De este total, el 75,9% eran hombres y el 24,1% mujeres. Las cifras se han ido reduciendo año tras año llegando a su pico máximo en 1995, con 5.857 defunciones.
El papel de la oficina de farmacia
Las oficinas de farmacia son claves en la prevención y el tratamiento del sida. Desde hace 20 años, el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos ha promovido y desarrollado diferentes campañas de sensibilización y ayuda al diagnóstico del VIH mediante tests rápidos.
Asimismo, las farmacias españolas han sido pioneras en el desarrollo de acciones dirigidas a la prevención del VIH, especialmente mediante iniciativas encaminadas a los usuarios de drogas por vía parenteral, mediante la dispensación de metadona, los kits antisida y el intercambio de jeringuillas.
La prueba del VIH puede realizarse a través de un sencillo análisis de sangre o de saliva.
Existen también pruebas rápidas, que son analíticas de detección de anticuerpos, en sangre y en saliva, que ofrecen resultados en 30 minutos y son útiles en situaciones que requieren un resultado inmediato.
Un resultado negativo obtenido antes de las 12 semanas, no es concluyente y se debe repetir la prueba cuando haya transcurrido ese tiempo, para considerarlo definitivo. Además, cualquier resultado positivo requiere una prueba de confirmación, tal como se ha apuntado anteriormente.