El ácido glicólico, un gran aliado para el cuidado de la piel

El ácido glicólico, un gran aliado para el cuidado de la piel

El ácido glicólico (también conocido como hidroxiacético o AHA) es probablemente el más conocido de la familia de los ácidos hidróxicos, o ácidos de frutas. Se considera producto natural, ya que es un derivado de la caña de azúca, y sus propiedades hacen que sea un excelente exfoliante y humectante. .

 

El ácido glicólico es usado en tratamientos de belleza en concentraciones que van desde las más bajas (el 3%) hasta otras mucho más altas utilizadas por los dermatólogos para sus tratamientos (entre el 5%-25%). En concentraciones más altas corremos el riesgo de sufrir algún tipo de daño en la piel, por lo que siempre debería aplicarse bajo la supervisión de un profesional.

Propiedades del ácido glicólico

Exfoliante. Debido a sus propiedades (tiene una acidez elevada pero se disuelve fácilmente), el ácido glicólico es empleado como exfoliante. Suele incluírse como ingrediente activo en las cremas o geles exfoliantes, ya que el ácido glicólico penetra las capas superiores de la piel, las que muestran signos de deterioro (ya sea por la edad, la exposición al sol, el acné u otros problemas), y destruye el ‘pegamento’ que adhiere la piel muerta a la superficie, ayudando a desprender químicamente esta capa. El resultado es que la superficie de la piel se ve mucho más suave y la apariencia general es más juvenil.

Refuerzo de los humectantes. Otra de las propiedades del ácido glicólico es que ayuda a que los humectantes penetren las capas de la piel recién exfoliada.

Beneficios del ácido glicólico

Protege el colágeno y la elastina de la piel: Estimula la formación de este colágeno y elastina, aumentando la capacidad regeneradora.

– Produce un peeling químico y no abrasivo de la piel: Se utiliza para exfoliar la piel progresivamente, eliminando las células muertas que se acumulan en la superficie, haciendo un efecto barrido, provocando que la piel se vea más uniforme.

Elimina las manchas: Ya sea aquéllas que son producto de la exposición al sol, el envejecimiento cutáneo, el embarazo o el consumo de anticonceptivos. Aplicado en las dosis correctas y combinado con alguna sustancia blanqueadora, como hidroquinona, ayuda a eliminar las capas superiores de la piel, removiendo las células muertas y borrando las manchas.

Afina la capa córnea de la piel: La deja lisa y suave, a la vez que refuerza sus otros estratos. Los poros parecen más cerrados.

– Incrementa de la hidratación cutánea: Éste es otro de los beneficios del ácido glicólico, que de esta forma evita el envejecimiento prematuro y mantiene por más tiempo la humedad y la frescura naturales de la piel.

Corrige la aparición de impurezas: Controla la producción de grasa en las pieles con acné, disminuyendo al mismo y eliminando el exceso de brillo.

Reduce las arrugas: Disminuye y rellena las líneas de expresión, como las patas de gallo, las líneas en la frente o en la comisura de los labios, etc. El resultado es una piel visiblemente más joven.

– Sirve para borrar cicatrices y disminuir las estrías.

Contraindicaciones y efectos secundarios

Como sucede con cualquier otro producto, es necesario aplicarlo con moderación, y como hemos apuntado antes se debe utilizar bajo la supervisión de un especialista. El ácido glicólico puede presentar algunos efectos secundarios, más probables cuanto mayor su la concentración:

Enrojecimiento o irritación temporal de la piel. No suele durar más de veinticuatro horas.

Ardor leve en el momento de la aplicación.

. Oscurecimiento. En algunas ocasiones, la piel exfoliada puede oscurecerse. Este efecto secundario es más común en pieles oscuras.

No están aconsejados los peelings en pacientes con herpes, en quienes ya están tomando retinoides orales, o en pieles fotosensibles. En cualquier caso, es conveniente realizar una prueba de sensibilidad antes de aplicar el tratamiento para evitar complicaciones, e iniciar el tratamiento con concentraciones menores de ácido glicólico. Lo más adecuado es tratar las manchas en la piel en otoño o invierno, donde la luz solar es menos dañina. Además, la piel tratada con ácido glicólico se vuelve más sensible, por lo que es fundamental elegir un filtro solar con alto nivel de protección UVA y UVB. Conviene utilizar protector solar en el rostro, el cuello y las manos.

Otra de las recomendaciones a terne en cuenta es hidratar bien la piel después de tratarla con ácido glicólico y permitir que la piel descanse entre las aplicaciones (no aplicar más de tres meses).

 

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